Hace una semana nos encontramos con la noticia de que Alcalá estaba entre las ciudades con peor Diseño Urbano Saludable, con una puntuación de 3.79 puntos sobre 10, según un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona.
Según los criterios que elijamos, hemos quedado en la posición 911 de las 917 ciudades europeas estudiadas, los 633 de 638, si hablamos sólo de la categoría de áreas urbanas pequeñas o los segundos peores si nos centramos en España, sólo por delante de Lorca.
El estudio se basa en varios indicadores y viene a confirmar muchos de los problemas que durante años se han ido denunciando desde la ciudadanía y, en especial, desde la Plataforma contra la Incineración de Residuos en los Alcores y el Grupo Ecologista Alwadiira.
Dichos indicadores son:
1.- Diseño urbano
2.- Acceso a espacios verdes
3.- Medio ambiente
4.- Transporte
El informe no pretende ser una clasificación final de las ciudades, sino más bien una primera aproximación y se ha elaborado utilizando fuentes de datos abiertas, como datos de teledetección, openstreetmap y conjuntos de datos abiertos de la UE y los gobiernos, y es una llamada de atención para que las ciudades los examinen y puedan definir estrategias de actuación específicas para mejorar.
El casi nulo transporte público, la escasez de arbolado urbano en la mayor parte del pueblo tal y como el Estudio del Arbolado Urbano, realizado por el grupo ecologista ya dejó patente, los problemas continuos de calidad de aire, denunciados constantemente por la Plataforma contra la de Incineración de residuos, los problemas de tráfico, etc nos hacen quedar en una posición claramente mejorable.
Por eso, llama poderosamente la atención que nuestro Ayuntamiento, en lugar de utilizarlo como referencia para mejorar, se queje de que no se les ha consultado, dándoles la oportunidad de hacer Greenwashing y pretenda desprestigiar un estudio publicado en la revista “The Lancet”, una de las revistas científicas más importantes y con más impacto a nivel mundial.
De casi 1000 ciudades analizadas hemos quedado de las últimas y la única que pretende negar la evidencia de los datos es Alcalá, escudándose en que tenemos un parque maravilloso, que lo tenemos, y en el que se están construyendo bolsas de aparcamiento, por supuesto, sin sombra, y una zona de baja emisiones, que el mismo portavoz que hoy se queja presentó en el pasado como una obligación impuesta por Europa.
La realidad es tozuda y vivimos en una zona altamente contaminada, con una necesidad imperiosa de un Plan de calidad de aire, como venimos reclamando desde hace años, un plan real para reverdecer la ciudad, no sólo concentrar la masa arbórea en nuestro parque y cruzar los dedos para que el pinar haga un milagro, y un plan para hacer de Alcalá una ciudad realmente accesible, invirtiendo en un transporte público que funcione bien y que nunca llega.
Por ello, recomendamos a nuestro Ayuntamiento menos lágrimas de cocodrilo, más trabajo real y menos menosprecio a la ciencia.
