Los accidentes ocurren, pero a más empresas peligrosas y más empresas dedicadas a plásticos y residuos peligrosos, más riesgo para la salud de la población.
Además de los grandes incendios tenemos continuas quemas incontroladas en Palmete, de las que tanto el Ayuntamiento de Alcalá como el de Sevilla, se desentienden.
Quemas de basura en los muchos vertederos que nos rodean y de los que el Ayuntamiento también se desentiende.
El polígono industrial más grande de Andalucía, convertido cada vez más en un gestor de residuos peligrosos, añadida a toda la industria ya existente.
En definitiva el riesgo existe, pero en Alcalá es un riesgo buscado y consentido y nos convierte cada vez más en zona de sacrificio en la que tras un incendio como el de ayer, tienen la desfachatez de decirnos que en ningún momento se llegó a valores peligrosos...
No se sabe qué valores han medido para que no fuesen peligrosos, pero respirar en Alcalá cada vez es más doloroso.
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