Si ya en noviembre denunciamos la rotura de un filtro, que según la fábrica iban a arreglar en días, que se fueron alargando. Después de que afirmaran que habían parado la producción, aunque seguía lloviendo polvo sobre los vecinos y sobre el Colegio Ángeles Martín Mateo y después de que afirmaran también que lo que estaba cubriendo la Barriada la Liebre estaba dentro de los límites que tenían permitidos, os adjuntamos varias fotos para que veáis lo que seguimos respirando.
La fábrica sigue envenenando el aire que respiramos y nadie se responsabiliza por ello. A los niños del colegio se les recomendó no salir al patio, como si el cemento no entrase en las aulas y mientras tanto la nube tóxica sigue saliendo de la fábrica. ¿Quién se va a responsabilizar de esto?, ¿la fábrica? Que sólo se preocupa de sus beneficios, ¿nuestro ayuntamiento? Que no emite los informes medioambientales como le corresponde, o ¿la Junta de Andalucía? Que es quien concede el permiso medioambiental.
¡¡Ya va siendo hora de que alguien piense en la salud de los ciudadanos!!
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