domingo, 17 de junio de 2018

NOTA DE PRENSA: PACIRAL exige de la Consejería de Medio Ambiente mucho mayor compromiso en el nuevo Plan Integral de Residuos de Andalucía (PIRA), asumiendo un cambio de modelo

El documento al que hemos tenido acceso, “Propuesta de estructura” para el nuevo PIRA (Plan Integrado de Residuos de Andalucía), es manifiestamente insuficiente, porque:
·      Se limita a seguir religiosamente una guía metodológica que en 2012 la Comisión Europea confeccionó para la elaboración de los planes de residuos por parte de los Estados miembros.
·      No aparece para nada la referencia y los objetivos del Paquete de Economía Circular de la CE, que obliga a una fuerte reducción del vertido y al incremento notable en la reutilización y el reciclado. Ni siquiera hay una cita al proyecto de Economía Circular de la Sierra de Cádiz, que la Consejería quiere que sea el referente para el cambio de modelo en cuanto a gestión de residuos.
·      La fiscalidad ambiental como instrumento de disuadir el vertido y la incineración se limita a la mención de que “se podrá evaluar la necesidad de implantar instrumentos económicos” (sic).
·      El Sistema de devolución, depósito y retorno para los envases ni está ni se le espera. Solo referencia a los actuales sistemas de responsabilidad ampliada del productor: Ecoembes, Ecovidrio, Sigre, Sigfito,…
·      Para los biorresiduos y residuos municipales biodegradables, solo hay una referencia a la necesidad de implantar “nuevos sistemas de recogida”.
·      Contempla la posibilidad de ”futuras instalaciones de eliminación”. ¿Es así como podemos asegurar la reducción de residuos a llevar a vertedero al 10 %?

Las leyes de Navarra y de Baleares señalan compromisos e  iniciativas en el marco del nuevo Reglamento y las nuevas Directivas que acaba de publicar el Diario Oficial de la Unión Europea, donde se plasman objetivos de la Economía Circular: evitar llevar los residuos a los vertederos, recuperarlos e introducirlos de nuevo en el ciclo  económico.
El alargamiento de la vida útil de los objetos, la reparabilidad y la lucha contra la obsolescencia programada también están en el texto de la Consejería fuera de este compromiso.
El PIRA tendrá un alcance hasta 2025 e incluirá dos tipos de residuos que hasta ahora no se han tocado en la planificación andaluza de residuos:
·      Residuos de industrias extractivas, o sea, mineros.
·      Buques y embarcaciones al final de su vida útil.

Por lo que habrá que emplear esfuerzos adicionales para hacer  una buena regulación, por la complejidad de los recursos mineros, y por la novedad de esta tipología de buques para su deconstrucción.
El PIRA ha de priorizar también la prevención de los residuos orgánicos y promover la implantación del compostaje doméstico y comunitario, como un método de prevención en lugar de considerarlo como una gestión de residuos. Sería conveniente además regular la implantación de los puntos de compostaje, como medidas de prevención en la generación de residuos, tal y como lo ha hecho por ejemplo la Comunidad Valenciana. La nueva Ley de Residuos navarra, con su Oficina de Prevención, y el apoyo al sistema de devolución y retorno de envases, indican otro ejemplo a seguir.
Y también sería conveniente además que estableciera objetivos cuantitativos de la recogida selectiva de la materia orgánica para 31 de diciembre de 2023, como mínimo de un 70% del total generado, que debería alcanzar los 130 kg por persona/año, partiendo de que se generan 1,3 kg/persona y día y el contenido de la materia orgánica es del 40% del total, para poder cumplir con el objetivo establecido por el artículo 11.2.c) de la Directiva 2008/98/CE del 55% de preparación para la reutilización y reciclado de los residuos municipales para 2025.
El factor clave del éxito del nuevo modelo del plan es un buen programa de sensibilización de la población, fuerte respaldo político y eficaz labor de comunicación. Identificar a las personas que separan y reducen, primándolas con bajada de la tasa, y sancionar conductas incívicas, son otros factores clave, aplicando el pago por generación.
Desafíos pendientes son de igual forma  la compra pública reutilizable, con equipos y mantenimiento de forma unificada, la prevención y reutilización, la fiscalidad ecológica, el uso de materias primas secundarias, la simbiosis industrial y comercial,…
Seguiremos insistiendo para que el futuro PIRA no sea de nuevo una herramienta inservible y que asegure poner fin al vertido y a la incineración de residuos, asumiendo de verdad los postulados de la economía circular.

Sevilla, 15 de junio de 2018

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