viernes, 5 de abril de 2019

Plataformas antiincineradoras contra el cambio climático en el Europarlamento.


Hasta Bruselas se ha desplazado, los días 3 y 4 de abril, una representación de 30 plataformas, de ámbito nacional e internacional, contrarias a la incineración de residuos para proponer una batería de medidas para su inclusión en la Ley de Cambio Climático que aprobará en breve la Unión Europea y que, descarta totalmente la incineración de residuos como alternativa.

Dentro de esta iniciativa, ha tenido lugar por parte de PACIRAL, la entrega a distintas europarlamentarias del Plan Integral de Residuos presentado por esta entidad a la Junta de Andalucía. Este documento supone una apuesta por la reducción de la generación de residuos en base a los principios de la Economía de Residuo Cero: repensar, rediseñar, reutilizar, reparar y reciclar. Al tiempo que prioriza el bienestar de las personas y la lucha contra el cambio climático.

En este sentido, apuntan las conclusiones de los diferentes encuentros que han tenido lugar en esta jornada. Jorge Díaz del Castillo, representante de la Dirección General de la Comisión de Medio Ambiente de la UE afirma que: "Hay países miembros que tendrán que cerrar plantas incineradoras para alcanzar el 50% de reciclaje mínimo establecido por la UE ya que, incumplen este objetivo al priorizar la valorización de residuos sobre el reciclaje y la recogida selectiva".

Por su parte, Janek Vahk, de Zero Waste Europe, ha expresado que la Comisión Europea ha adoptado estrategias a largo plazo contra el cambio climático para las emisiones cero en 2050 puesto que: "un cuarto de las emisiones de efecto invernadero provendrán de la incineración y estamos a ocho años del desastre climático. Si no hacemos nada llegaremos a él, lo que supone un argumento de peso contra la incineración". En la misma línea afirma que el Fondo de Cohesión ha desincentivado la construcción de incineradoras y, es muy posible, que acabe por prohibirlas. Según Vahk, la presión ciudadana y el desastre climático ha servido para que la Comisión Europea se haya dado cuenta de que la incineración no debería incluirse en la Economía Circular.

Las plataformas ciudadanas presentes han propuesto como medidas provisionales mientras se prohíbe la combustión de residuos en cementeras: la fiscalización e inspección por parte de los organismos autonómicos y locales de las industrias contaminantes de forma continuada, para evitar consecuencias irreparables a medio y largo plazo, desde la estrecha supervisión y dotación de recursos de la UE; el etiquetado de la procedencia, del uso de la coincineración en el proceso productivo, la naturaleza y toxicidad de los elementos empleados con carácter obligatorio; así, como de las precauciones a tomar para la manipulación del producto resultante; el registro en la Agencia de la ECHA y de las toneladas coincineradas y su procedencia.

Entre los acuerdos establecidos entre las plataformas antiincineración presentes está elevar una petición a la UE sobre la situación de las zonas afectadas a las que representan. Para ello contarán con el asesoramiento tanto de Janek Vahk como de Raphael Hanoteaux, de Bankwatch.





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