La primera foto muestra la composición de un saco de cemento Portland: "Mezcla: Cemento, contiene clinker de Cementos Portland..." Próximamente, si consiguen incinerar, tendrán que añadir como aditivos "cenizas tóxicas de restos de neumáticos, plásticos, telas, papel, lodos de depuradora, coches de chatarra... para "garantizar" la construcción de casas saludables..."
Del resto del etiquetado vamos a resaltar la peligrosidad del producto en sí ya que:
- "Provoca lesiones oculares graves.
- Provoca irritación cutánea.
- Puede provocar reacción alérgica en la piel.
- Puede irritar las vías respiratorias.
- EVITAR RESPIRAR EL POLVO / EL HUMO / EL GAS / LA NIEBLA / LOS VAPORES / EL AEROSOL."
Esto es lo que la propia empresa advierte sobre su producto y las fotos 3 y 4 muestran lo que hace en consecuencia.
Recibimos estas imágenes el martes del día a día de un vecino de la Barriada de la Liebre. Esto es lo que barre cada día de su terraza procedente de Portland. ¿Hay alguna duda de que ese polvo toca la piel de los vecinos, entra en sus ojos y pulmones, invade sus casas, se pega a sus ropas, impregna sus muebles y en definitiva incumple totalmente las claras indicaciones de prevención que aparecen en el etiquetado?
A esto podemos sumarle las mañanas de neblina con picor de ojos y nariz o los continuos escapes de humo. Pero el resultado, según Portland, son 50 años de empresa “modélica y responsable con el medio ambiente y sus vecinos” porque está claro que a los vecinos nadie les escucha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario