Ayer nos levantábamos con la imagen esperanzadora de una
acción ciudadana que reivindicaba al ejecutivo alcalareño que modificara el
PGOU con un grito desesperado pintado en un trozo de tela: “La contaminación
mata. Tú puedes ser su próxima víctima”. En las puertas del consistorio podían
verse multitud de siluetas de cadáveres que escenificaban una realidad tan
cierta como interesadamente oculta: en Alcalá de Gra. convivimos con un asesino
silencioso que amenaza con hacerse más grande con la incineración de 197.000
toneladas de residuos anuales. Un homicida que es el causante ya, de que los
mayores índices de cáncer de nuestra ciudad se encuentren en la Bda. de La
Liebre y en la zona norte y que hace de nuestra ciudad un punto negro en el
mapa del cáncer.
La contaminación atmosférica, según el último Informe Mundial sobre la Calidad del Aire, se ha convertido ya en la cuarta causa de muerte a nivel mundial. Ha sido la responsable de 6,7 millones de muertes en todo el mundo sólo en 2019. Esto incluye el fallecimiento anual de medio millón de niños de menos de un mes. Y es que el aire contaminado lo inunda todo, se cuela dentro y fuera de las viviendas y nos convierte en caldo de cultivo para el desarrollo de graves patologías como ictus, diabetes, infartos y cáncer. Por si esto fuera poco, los científicos apuntan a que la actual pandemia de COVID -19 se potencia en las áreas más contaminadas.
Por todo esto, la acción reivindicativa de ayer es
especialmente relevante, una pequeña heroicidad anónima, por lo que tiene de
acción abnegada en beneficio de una causa noble como es la defensa del derecho
a la vida y a la salud de los alcalareños y el resto de la comarca. Lo es
además, porque representa la voluntad de la ciudadanía, que en dos ocasiones ha
refrendado masivamente con su rúbrica su oposición a la incineración de
residuos en la cementera y con su asistencia a la manifestación más
multitudinaria que se recuerda en la localidad.
Los héroes lo son por la existencia de
villanos, es decir aquellos que son capaces de actuar de forma ruín o cruel.
Desgraciadamente en el caso que nos ocupa hay muchos, pero los más peligrosos e
indignos son aquellos que habiendo sido elegidos por la ciudadanía para
defender sus derechos los venden para el beneficio de empresas privadas como
Portland Valderrivas. Los que se ponen de pérfil y se convierten en mareadores
profesionales evitando pronunciarse para manipular y sacar la mayor tajada de
ambos bandos. Los que mienten diciendo que no tienen competencias para prohibir
determinadas actividades en el municipio o sacan de contexto fragmentos de la
sentencia que perdió el equipo de gobierno para falsear los datos a su favor.
Los que un año aprueban la modificación del PGOU haciéndose eco del sentir
popular pero no se molestan en hacer una memoria en condiciones para
justificarla. Los que nos entregan al dictamen de la Junta de Andalucía
conociendo la parcialidad de esta a favor de los intereses de la cementera. Un
PSOE que se dice de izquierda pero que gobierna con la derecha y sigue las
directrices de esta. Un PSOE que en el pleno de ayer dió la espalda a un pueblo
que lleva años en guerra contra la contaminación, sufriendo sus efectos y las
emisiones incontroladas de una empresa que hace aguas por todas partes porque
es una antigualla obsoleta, a la que nadie pide cuentas y que goza de total
impunidad. Ayer, el PSOE firmó junto a VOX y C,s una alianza contra la salud
del pueblo de Alcalá y de toda la comarca, y abrió la veda para que la
incineración tenga un efecto llamada para otras empresas que quieran hacer lo mismo.
Desde la Plataforma NO a la Incineración de Residuos
seguiremos defendiendo el derecho a la salud porque alguien tiene que hacerlo.
El equipo de gobierno en este tema ni está ni se le espera. Pero una cosa
tenemos muy clara, si la incineración tiene lugar habrá un único responsable al
que no dudaremos en acusar públicamente. Es el PSOE, amigo.
Alcalá de Guadaíra, 23 de octubre 2020
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