domingo, 13 de octubre de 2019

Nota de Prensa: El acoso de las emisiones de Portland Valderrivas




Acosar es insistir en algo que resulta molesto o dañino para una o más personas. Cuando hablamos de acoso, solemos referirnos a una persona como agente acosador pero las personas pueden ampliar su radio de acción cuando dirigen empresas y gobiernos y las víctimas pueden pasar de ser un individuo a ser ciudades, comarcas, naciones,...
Ayer día 11 de octubre, una nueva avería en la cementera de Alcalá de Guadaíra volvió a opacar nuestro cielo con cenizas dicen algunos, con arenas dicen otros, ... y, como nos tiene acostumbrados, con silencio por parte de Portland Valderrivas y de los responsables de Medio Ambiente del Ayuntamiento de nuestra localidad.
Las fotos, que se han compartido y comentado hasta la saciedad por las redes sociales, ponen los pelos de punta. Y lo hacen porque junto al acoso que ejerce la empresa a diario sobre los vecinos de la Bda. de La Liebre a base de continuas emisiones de cemento, se unen las sucesivas averías en la fábrica, de las que solo conocemos las que se hacen visibles desde el exterior y que, en ocasiones, como en marzo de este mismo año, según los vecinos, duran semanas.
Por si esto fuera poco, hay algo mucho más grave: las pretensiones de convertir la fábrica de cemento en una incineradora donde quemar hasta 292.000 toneladas anuales de residuos con unas consecuencias dramáticas para nuestra salud (ya que las cementeras no están diseñadas para “valorizar” residuos de todo tipo), economía (dado que perjudicará las actividades ya asentadas y desincentivará la implantación de nuevas iniciativas empresariales) y medioambiente (el CO2 y otros agentes contaminantes, provenientes del trasiego de camiones, la actividad productiva y la mezcolanza de residuos, no conoce fronteras).
Desde que la Plataforma NO a la Incineración de Residuos en Los Alcores hace seguimiento a través de las denuncias vecinales, al menos siete averías se han dado en la cementera desde 2016 con más o menos repercusión. Algunas con cobertura de medios de comunicación de ámbito regional, y que no por ello, la empresa renuncia a negar. La frecuencia es de dos averías al año, salvo en 2018, donde únicamente tuvimos conocimiento de una en diciembre.
La negación del daño, también forma parte del acoso que esta empresa ejerce sobre la población alcalareña y de toda la comarca. Pero hay datos que siempre revelan un comportamiento más que reprobable de quién hostiga y en esto Portland suele ser brillante.
Así, Cementos Portland el 9 de septiembre de 2016 era noticia (www.cincodiaselpais.com) por encabezar el ranking de empresas condenadas por prácticas ilegales desde 1999 a 2014. En 2017, aparecía entre las diez empresas más contaminantes del Estado (www.publico.es). La factoría de Alcalá de Guadaíra, destacaba como la principal emisora de mercurio en toda Andalucía en 2016, en el sector cementero, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente e incrementando el número de agentes contaminantes en 2017 con respecto al año anterior. Y, situándose a la cabeza de la industria sevillana por emisiones de CO2.
Con este curriculum y esta falta de sensibilidad hacia la ciudadanía de la que hace gala Portland, los datos oficiales de emisiones y la falta de medidas efectivas que evite las continuas averías, es más que cuestionable que pudiera llevar a cabo la incineración de residuos con un mínimo de seguridad para la población, siendo además una práctica de eliminación de residuos en retroceso en la UE por haberse demostrado su repercusión en el cambio climático, su relación directa con el aumento del número de enfermedades mortales y alteraciones genéticas según el estudio del departamento de Epidemiología y Cáncer de la Universidad Carlos III, así como el obstáculo que supone al desarrollo de la economía circular.
Desde la Plataforma NO a la Incineración de Residuos en Los Alcores denunciamos la impunidad con que actúa la cementera, la inacción de los organismos públicos, cuando no directamente el trato de favor de instituciones como la propia Junta de Andalucía, la falta de protección a la ciudadanía y la necesidad de aprobar una “orden de alejamiento”, como la que hasta ahora nos protege de la amenaza de la incineración a través de la modificación del PGOU, con carácter urgente. Pedimos a los representantes políticos responsabilidad y compromiso en este asunto, al tiempo que apelamos a la movilización ciudadana.
¡¡¡NO A LA INCINERACIÓN DE RESIDUOS EN LOS ALCORES!!!

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